La cadena BBC ha dado a conocer hoy la muerte de John Barry a los 77 años, víctima de un ataque al corazón. El prolífico músico contaba en su carrera con cinco Oscar de Hollywood: 'Nacida libre' (1966) (Mejor Banda Sonora y Mejor Canción), 'El león en invierno' (1968), 'Memorias de África' (1985) y 'Bailando con lobos' (1990).
Ha muerto John Barry. Sin duda, una de las personas que mejor supo captar la esencia, tanto estética como narrativa, de un buen puñado de obras maestras de la historia del cine. Ya fuera trabajando desde el melodrama -pensamos, principalmente, en la suave harmónica que subrayaba a modo de blues callejero los andares de Jon Voight en 'Cowboy de medianoche (Midnight Cowboy)' (1969)-, el thriller clásico -o como los violines inducían bruma al desasosiego del punteado de contrabajo en 'La jauría humana (The Chase)' (1966)- , el drama histórico -donde los metales inducían una inquietante anacronía jazzística, caso de la oscarizada 'El león en invierno (The Lion in Winter)' (1968)- o el blockbuster romántico -magnífica composición, también premiada por la Academia de Hollywood, la que realizaría para 'Memorias de África (Out of Africa)' (1985), en la que Barry, más clásico que nunca, bañaba a base de bellas y suaves melodías de cuerda las exóticas imágenes de la cinta-; el compositor demostró una sensibilidad inusitada a la hora de enfatizar unas imágenes que, sin su música, habrían perdido buena razón de ser. De hecho, es prácticamente imposible intentar recordar películas como 'Nacida libre (Born Free)' (1966), 'Robin y Marian (Robin and Marian)' (1973) o la misma 'Bailando con lobos (Dances with Wolves)' (1990) sin que su música se haga presente de una forma tanto orgánica como emocional. Por no hablar, claro, de James Bond.
Ha muerto John Barry. Sin duda, una de las personas que mejor supo captar la esencia, tanto estética como narrativa, de un buen puñado de obras maestras de la historia del cine. Ya fuera trabajando desde el melodrama -pensamos, principalmente, en la suave harmónica que subrayaba a modo de blues callejero los andares de Jon Voight en 'Cowboy de medianoche (Midnight Cowboy)' (1969)-, el thriller clásico -o como los violines inducían bruma al desasosiego del punteado de contrabajo en 'La jauría humana (The Chase)' (1966)- , el drama histórico -donde los metales inducían una inquietante anacronía jazzística, caso de la oscarizada 'El león en invierno (The Lion in Winter)' (1968)- o el blockbuster romántico -magnífica composición, también premiada por la Academia de Hollywood, la que realizaría para 'Memorias de África (Out of Africa)' (1985), en la que Barry, más clásico que nunca, bañaba a base de bellas y suaves melodías de cuerda las exóticas imágenes de la cinta-; el compositor demostró una sensibilidad inusitada a la hora de enfatizar unas imágenes que, sin su música, habrían perdido buena razón de ser. De hecho, es prácticamente imposible intentar recordar películas como 'Nacida libre (Born Free)' (1966), 'Robin y Marian (Robin and Marian)' (1973) o la misma 'Bailando con lobos (Dances with Wolves)' (1990) sin que su música se haga presente de una forma tanto orgánica como emocional. Por no hablar, claro, de James Bond.
El compositor nacido en Yorkshire (Gran Bretaña) el 3 de noviembre de 1933 falleció el pasado 30 de enero víctima de un ataque al corazón. Su música, por suerte, nos acompañará para siempre.
Fuente: Sensacine